¡El Chupacabras y el Hombre Polilla rompen relaciones!

¡Estalla el escándalo! La cordialidad imperante en la comunidad criptobicha se ha volatilizado. Cuando todo parecía armonía, amistad, buenos deseos, paz, amor y flores, los trapos sucios han acabado por salir a la luz.
"Todo iba bien hasta que el Hombre Polilla empezó a frecuentar muy malas compañías", explicó ayer en rueda de prensa el Chupacabras. "Desde entonces comenzó a comportarse de una forma poco adecuada para cualquier bicho misterioso que se precie, escondiendose en armarios de periodistas, trasnochando hasta altas horas con Cold y Navarri y colaborando con turbias organizaciones", detalló.
"Es pura envidia", ha respondido el Hombre Polilla. "El Chupacabras no soporta que yo haya superado su popularidad, de capa caída desde hace un año", añade. "Yo si que le veía algo resentido, pero parece que no ha podido soportar que hayan hecho una película sobre mí, mientras que él sólo sale en un episodio de Expediente X, y no de los mejores, debo añadir".
Consultado por nuestros reporteros, el Chupacabras ha dicho que se siente "ofendido por esas insinuaciones de que soy un envidioso". "¿Qué va a decir él, que durante años ha vivido del cuento? Un poco de seriedad".
El resto de la comunidad criptobicha ha mostrado su estupefacción, guarda silencio o ha expresado cierta molestia por el intercambio de improperios entre dos de sus miembros.
"Esto no es serio", ha declarado Nessie. "Estos criptobichos jóvenes no saben comportarse con seriedad. Nosotros, los bichos lacustres que llevamos cientos de años asustanto a los incautos y a los merluzos, no montamos este tipo de escenitas indignas".
El montruo del lago Seljord, más comedido, ha comentado, mientras mascaba unas algas, que este tipo de asuntos "deben resolverse puertas adentro, no dan buena imagen... Disculpe, he de marcharme, ahí llegan de nuevo esos malditos ecologistas".
El Yeti, el Bigfoot y el Sasquatch no han querido hacer declaraciones. Por su parte, el Hombre Arbusto, la Mujer Murciélago del Vietnam y Mokele Mbembe, el dinosaurio del Congo con nombre de futbolistas exótico, apuestan por una reconciliación que beneficie a todos.

Nota extraida de los archivos del Doktor Putten